vuelta 20100915

'Purito' Rodríguez se dio el batacazo en la contrarreloj de 46 kilómetros disputada en Peñafiel este miércoles y bajó desde el liderato al quinto puesto de la clasificación general a cuatro etapas del final de la Vuelta a España. A tres días de 'la madre de todas las etapas', en la que un espléndido Ezequiel Mosquera, con aliados o sin ellos, intentará derrotar al líder, Vincenzo Nibali, en el cielo de Madrid, en los 2.247 metros de altitud de la Bola del Mundo.

Que Nibali recuperara el 'malla' roja era probable. No tanto que Rodríguez mostrara tan mínimas cualidades para defenderse contra el crono. A pesar de su posición de líder, el maillot no le dio las tópicas alas, sino que le pesó como la púrpura cardenalicia, más tópicos.

Que Mosquera defendiera su puesto en el podio también entraba en los cálculos, pero no con tanta fortuna como para marcar solamente 19 segundos más que Nibali y situarse a 38 de un líder italiano que ya teme la montaña y ya sabe cómo se las gasta el gallego cuando le proponen una subida. Y el sábado, se afronta una etapa con 40 kilómetros de subidas muy duras. Los últimos 22 de los 172 de la etapa, cuesta arriba y hacia esa Bola del Mundo que amplía hasta la crueldad la subida a Navacerrada. Y con 20 segundos de bonificación en la cima para el ganador.

Lo de Peter Velits, eslovaco de 25 años no era razonable de antemano. Ha mostrado un nivel sólido durante toda la Vuelta, acoplado entre el quinto y el octavo puesto durante dos semanas largas. Sube, baja y, además, está capacitado para ganarle una contrareloj a Fabian Cancellara y a Denis Menchov con la que ha subido al hipotético podio, tercer cajón, y sembrado más incertidumbre en un colofón de Vuelta que marcará unos índices de audiencia fabulosos este fin de semana.

La crono, al microscopio

Al analizar por tramos la contrarreloj de los primeros de la general, encontramos que Velits marcó 18.21 minutos en los 15 kilómetros iniciales; 18.22 en los 16 siguientes y 16 minutos justos en los últimos 15, impulsado por un viento que ayudó a todos a última hora.

Nibali recuperó el liderato con un inicio en 19.02 minutos para los 15 primeros kilómetros -lastrado por un pinchazo muy mal resuelto por su equipo, indeciso y tardón-, fue más veloz (19.01) hasta el kilómetro 31 y culminó la última quincena con un parcial de 16.34 minutos.

Mosquera cedió tres segundos a Nibali en el primer parcial (19.95), marcó un crono de 19.10 entre el kilómetro 15 y el 31, y recorrió los últimos 15 kilómetros en 16.41 minutos, exprimiendo su máximo desarrollo de 55x11, porque fue de los pocos que se atrevieron con el plato gigante.

Las marcas de 'Purito' son prototípicas de un escalador que no tiene experiencia en jugársela contra el crono. Con un cuerpecillo similar, un ganador de Tour como Carlos Sastre -con nada o muy poco que perder o ganar en la etapa- se clasificó 13º, a 1:47 del eslovaco volador; Rodríguez, 105º del día, terminó a 4:28 de Nibali y a casi seis de Velits. El catalán promete más guerra en la Bola del Mundo e incluso no niega que le gustaría ayudar a Mosquera a ganar la Vuelta. La alianza se está forjando.